El significado de la palabra "fotografía" es literalmente "pintar con luz" (foto=luz + grafos=pintar). Por lo tanto, si Uds. quieren ser unos maestros del arte de fotografiar, deben entender y estudiar a su recurso principal: la luz. Esta es su materia prima, y rige los dos aspectos más importantes de una fotografía: la luminosidad o exposición y el rango dinámico de luces, sombras y color. Pero antes de seguir, debemos repasar algunos conceptos de física ... así como lo leen ... y Uds. pensaban que la habían dejado atrás en el colegio o la universidad!
La luminosidad o exposición será tratada en próximas entregas; trataremos por ahora lo relacionada con el color.
Retomando, recordemos que la luz no es más que un espectro electromagnético; dichos espectros están compuestos por ondas de radio de diferentes colores, desde el magenta pasando por el rojo, naranja, amarillo, verde, cyan, azul y hasta el violeta. Esto es el denominado espectro visible de la luz.
El famoso experimento de Newton con el prisma dentro de un cuarto oscuro, demostró que la luz blanca (luz de día) no es más que la suma de todos los espectros de luz, es decir, la suma de todos los colores del arco iris y sus diferentes gamas visibles por el hombre; por oposición el negro es la ausencia de todos los colores. Pero si todas las fuentes de luz emitieran ondas de igual manera a través de todo el espectro de colores, todas las luces serían iguales y este artículo terminaría aquí. La verdad es que no todas las luces son iguales, unas son más estables que otras, unas contienen más espectros naranjas o rojos (luces cálidas) y otras más espectros azules o verdes (luces frías). Cuando la luz impacta cualquier superficie, dicha superficie absorbe algunos espectros y refleja otros; el color de las cosas no es más que el color de espectros que su superficie refleja y dependiendo de a qué tipo de luz está expuesta dicha superficie puede reflejar distintos tipos de espectros.
Si una superficie sólo puede reflejar los espectros de la luz que la impacta, y hay una diferencia entre los espectros contenidos en la luz de día, luces cálidas o luces frías, entonces haría sentido que una misma superficie se vea de un color diferente dependiendo de la luz a la cual está expuesta. Pero piensen ahora en este ejemplo: una manzana expuesta a la luz del mediodía y otra manzana expuesta a la luz de una luz fluorescente. Teóricamente no debería lucir del mismo color rojo. Sin embargo, la vemos siempre del mismo color. ¿Por qué? … Bueno, resulta que nuestro cerebro crea a través de un proceso inconsciente lo que se llama la “adaptación cromática”, que hace que esas diferencias de color no sean percibidas por nuestra visión y siempre veamos la manzana roja, sin importar la luz a la cual está sujeta. La verdad es que sí cambia.
A diferencia de los humanos, las cámaras fotográficas registran el color objetivamente. La cámara no tiene un cerebro que le diga cómo debería lucir naturalmente el objeto/sujeto fotografiado. Esto quiere decir que los colores que captura la cámara no son aquellos que tú ves. ¿Sorprendido?, creo que no, ahora entiendes porque cuando ves con tus ojos a tu modelo de color natural, cuando ves la foto aparece azulado o anaranjado.
La cámara está preparada para reproducir fielmente los colores que tú ves sólo bajo condiciones de luz de día (soleado). Pero como las condiciones de la luz cambian, también cambia el resultado fotográfico. Si tomas la foto bajo un cielo nublado encontrarás un tono azulado, y si fotografías en interiores con un bombillo de luz casera, encontrarás un tono amarillento. Para ayudarnos a entender el tono de color de las diferentes fuentes de luz, otro científico, William Thomson (más tarde llamado Lord Kelvin) creo el término "temperatura de color", la cual se mide en grados Kelvin . Para hacerles el cuento corto, resulta que un cuerpo negro metálico al ser calentado, dependiendo de su temperatura toma un color. Por ejemplo, la temperatura de la luz de día (soleado) es de aproximadamente 5.500 grados Kelvin y a esa temperatura el color en neutro, es decir, Thomson demostró que la luz del día no altera los colores naturales de las cosas. Y siguiendo este método fue sometiendo al objeto a diferentes grados, equivalentes a las temperaturas de la luz en días nublados, días nevados, en la puesta y salida del sol, luz de vela, etc, construyendo la siguiente escala:
Como ven, las luces más cálidas tienes una baja temperatura de color, y a medida que crece los colores se van tornando más fríos. A pesar de que no fotografíamos objetos negros, se ha tomado la temperatura de color de esta escala Kelvin funciona muy bien para varias fuentes de luz natural y artificial y teóricamente es una buena estimación. La idea no es que tienes que medir la temperatura del color para tomar una foto, NO!!!... Esto es sólo referencial para poder manejar algunos controles de tu cámara digital que explicaremos más adelante.
Ahora ya sabes que, dependiendo de cual es la fuente de luz que envuelve a tu sujeto/objeto, podrías obtener fotografías con diferentes tonalidades creadas por el efecto de la temperatura de dicha fuente de luz. Y ... ¿cómo hacer para que esto no suceda? ¿cómo obtener colores "naturales"?
La respuesta: para tomar fotos bajo cualquier condición de luz necesitas, OBLIGATORIAMENTE, hacer algunos ajustes para remover esas tonalidades causadas por el efecto de la luz. A estos ajustes se les denomina “balance de blancos” o “white balance”.
En la próxima entrega explicaremos cómo podemos efectuar estos ajustes y como podemos usarlos incluso para crear efectos muy creativos en nuestras fotos. No te pierdas!
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