Por: Arlette Montilla

En la pasada entrega, hablamos de como el color de la luz (temperatura del color) cambia dependiendo de cual es su fuente y,  en el caso de la luz natural, incluso cambia de acuerdo a las condiciones atmosféricas y el momento del día: en el día la luz cambia de cálida a neutra a medida que el sol sale y se hace mediodía, a colores fríos si el día está nublado, y de nuevo a cálido cuando el sol se oculta.  Mientras para el ojo humano este cambio es irrelevante, y además tenemos un estupendo cerebro que compensa cualquier efecto de la temperatura de la luz sobre la percepción de color, para las cámaras esto no es así.

 

Al hacer fotografía en film, los fotógrafos profesionales llevan consigo dos tipos de film: para luz de día y para tungsteno, además de una serie de filtros y láminas de transparencia que les permiten medir la temperatura de la luz para corregir el color de la luz; hasta el más osado como mínimo lleva consigo "warming filter" para evitar el color frío en días nublados.  Algunos se atreven a ignorar el fenómeno del color de la luz porque en el revelado e impresión, los buenos laboratorios pueden "arreglar" esas cosas, excepto para el film de diapositiva (equivalente a nuestro RAW digital). Los fotógrafos de film que no venden su trabajo (aficionados) no necesariamente tienen que lidiar con esto, ya que no tienen que responder ante terceros por alguna piel azulada o amarillenta en un retrato, por ejemplo, ya depende más del gusto personal.

 

Ahora que gran parte de la comunidad fotográfica (profesionales y aficionados) se ha adentrado en el uso de las cámaras digitales, hemos descubierto que una de las ventajas de ellas es que no necesitamos filtros, ni medidores de temperatura de luz, para corregir el color, sino que la nueva tecnología, tanto en el momento de la toma, como en post-producción, nos permite hacer de manera muy rápida  y sencilla el tan famoso "balance de blancos" o "white balance" de manera electrónica y a través de los controles de la cámara. En general, las cámaras digitales "simulan" electrónicamente la colocación de filtros de diferentes colores delante del sensor para hacer la misma corrección de color que se hace con el film.  Hay varias maneras de hacerlo:

 

1) Uso de los controles prediseñados: la mayor parte de las cámaras digitales (hasta las más sencillas), tienen una serie de controles predefinidos para la corrección de color.  Estos controles trabajan asumiendo que cuando los colocas la temperatura de la luz es cercana a lo establecido en la escala Kelvin para cada caso. Aquí los más comunes; la idea es elegir el adecuado de acuerdo a la fuente de luz que está presente en la escena:

 

         - Daylight ó Luz de Día:  como su nombre lo dice es el WB equivalente para la luz de día (5.500 grados Kelvin); puede llamarse el algunas cámaras "Sol" o "Fine"; debido a que la luz es neutral, la cámara no realiza ajustes mayores en estos casos.

         - Cloudy ó Nublado:  en los días nublados, en sombras claras, en paisajes de alta montaña y en la nieve, se suelen producir dominancias de luz azulada; en estos casos la temperatura del color está por encima de los 6.000 grados Kelvin.  En estas situaciones el ajuste "Nublado" corrige aplicando un filtro cálido que contrarresta el color azul de la luz. 

         - Tungsteno o Incandescente:  este ajuste es necesario cuando las tomas se realizan en escenas iluminadas con bombillos domésticos.  Éstos suelen ofrecer una temperatura de color muy baja (inferior a las 3.200 grados Kelvin) y ello genera una dominante anaranjada en la luz.  Este ajuste aplica un filtraje electrónico azulado que reestablece el equilibrio de color.

         - Fluorescente: este tipo de bombillos, genera un predominio de espectros azulados, con temperaturas entre los 4.000 y 5.000 grados Kelvin por lo que, al igual que el ajuste "Nublado" la cámara aplicaría un filtro naranja para equilibrar el color.

         - Flash: la luz de flash tiene un equivalente de temperatura iguales o similares a la luz de día (unos 5.500 grados Kelvin); activando este control podrás combinar la luz del día con el flash de relleno, por ejemplo, sin que se produzcan dominantes de color. 

 

2) Uso del control automático de balance de blancos (AWB ó Auto White Balance):  activando este control, la cámara realiza automáticamente un ajuste de corrección de color de acuerdo a la luz que recibe y a su interpretación de la temperatura de luz dominante, considerando algunos parámetros prefijados en la biblioteca del software de la cámara.  Por esta razón el AWB no funciona de la misma manera en todas las cámaras y mientras más avanzada y profesional es el equipo, más exacta es la aproximación del AWB.  En cámaras compactas, este tipo de ajuste no sería muy confiable.

 

3) Uso de los grados Kelvin:  las cámaras más profesionales, te permiten establecer la temperatura de la luz indicando los grados Kelvin aproximados, e incluso te permiten mover la escala en brincos de +/- 1000 grados Kelvin.  De este modo puedes partir de una temperatura estimada e ir moviendo de 1000 en 1000 los grados e ir experimentando hasta conseguir el color deseado. Muchos fotógrafos profesionales usan este método porque les permite mayor control sobre los dos anteriores.

 

4) Uso del control de balance de blancos personalizado o manual: si todo lo anterior falla y no consigues capturar colores naturales en tu foto, es muy probable que las condiciones de luz sean muy difíciles de equilibrar sin ayuda adicional.  Para eso existe el balance manual o personalizado, que permite al fotógrafo ajustar a su voluntad el color.  Este método es el más exacto cuando las condiciones de la luz son críticas, o hay mezcla de varias fuentes de luz de diferente temperatura. El método consiste en usar una referencia de color neutral para indicarle a la cámara cómo luce dicho color neutral en las condiciones de luz en donde está el sujeto/objeto a ser fotografiado.  Lo más importante es tener a la mano una referencia de color neutral; esta es, comúnmente la llamada "grey card" o "tarjeta gris", la cual se coloca frente al sujeto, justo frente a la cámara, se enfoca dicha superficie, y se toma una foto del color neutral o simplemente aprietas el obturador a la mitad (*); con ello se le indica a la cámara como luce el gris en esas condiciones de luz.  Internamente la cámara interpreta esta referencia y hace los ajustes electrónicos necesarios para que los colores luzcan naturales, sin tonalidades no deseadas.  

Las referencias de colores neutrales pueden comprarse o utilizarse algunos elementos caseros como un filtro de café (que es blanco puro), o una cartulina blanca, sin embargo hay que tener cuidado al usar una referencia blanca.  Pero ... ¿porqué es mejor la tarjeta gris que un elemento blanco, si lo que se van a balancear son los blancos? ... Irónico pero cierto; esta pregunta es muy común, y muchos fotógrafos no saben porque.  

En la práctica, la referencia debería tomarse con los mismos valores de exposición (velocidad, ISO y apertura) que serán aplicados al sujeto en cuestión.  El blanco puro tiene la tendencia a verse sobreexpuesto y para poder capturar el verdadero color blanco (no con exceso de brillo) para la referencia de balance de color, tendrías que alterar los valores de exposición, y perdería un poco de valor la medición efectuada.  Por otro lado pensemos en la tarjeta gris, no brillante (mate); ésta difícilmente alteraría la exposición y es un color neutral, con un tono medio sin alteraciones de luces o sombras, por lo que puedes tomar la referencia incluso en exposición automática sin riesgo a que el resultado se altere por brillos no deseados.   Un tip importante es que, para evitar alteraciones el color gris ocupe la mayor parte del cuadro cuando estés haciendo la medición para evitar que brillos externos le afecten.  

El balance de blancos personalizado también es usado para conseguir efectos creativos en la fotografía; prueba tomando como referencia una cartulina azul rey y verás como obtendrás una foto sepia antigua.  Trata con diferentes colores y te sorprenderás!!!

En la próxima entrega:  si todo lo anterior falla, ¿puedo corregir el balance de blancos de otra manera?... SI!!!!, así que no entrés en pánico que todo tienen soución!


(*)  Para cada cámara es distinta la manera en como establecer la referencia para el balance personalizado; debes OBLIGATORIAMENTE referirte a tu manual para conocer cómo haces que la referencia elegida sea tomada en cuenta para el balance de blancos.

1 comentarios:

Mario dijo...

Trato de ver mucho sobre los colores y por eso me importa conocer acerca de estos temas. Me encanta tomar distintas imágenes con mis camaras digitales y por eso trato de saber mucho sobre ello